La piscina es un lugar encantador para

desconectar y disfrutar del sol. El ambiente del hotel es acogedor y tranquilo, ideal para una escapada romántica. sin embargo, la ubicación puede resultar un poco alejada de las principales atracciones de Vejer.

El hotel tiene un encanto único con su decoración marroquí y un ambiente acogedor.

La cama en mi habitación era incómoda, lo que arruinó un poco mi descanso. Además, la ubicación es un poco apartada, lo cual se hizo incómodo a la hora de salir a buscar algo de comer. Fue frustrante no contar con opciones de cena fuera del hotel, ya que nos sentíamos obligados a cenar en el restaurante, lo que no era nuestro plan original.

Un ambiente que abraza

Desde el primer paso en el hotel, sentí la calidez de la hospitalidad andaluza. La comida auténtica, especialmente las opciones marroquíes, fue increíble. Las conversaciones con Ana y Alejandro hicieron que cada instante fuera especial.

La ubicación es algo apartada del pueblo, lo que puede ser un inconveniente para quienes deseen estar más cerca de la vida nocturna. Sin embargo, esto también ofrece un refugio de tranquilidad.

Sorpresa? Y de las gordas

Un pequeño remanso de paz donde la tranquilidad se siente a cada paso. La piscina es un lujo escondido y el restaurante sorprende con sabores auténticos. Sin embargo, puede que la ubicación aislada y la escasa variedad en el desayuno no sean del agrado de todos. Vale la pena descubrir este rincón mágico.

Todo bien, cumple su propósito. Desayuno buffet variado con productos locales.

Este lugar me queda perfecto. Disfruto de la piscina y el restaurante, y siempre hay Wi-Fi gratis, ¡genial! En mi primera visita, el personal me ayudó con consejos sobre divisas, lo cual agradezco mucho. ¡Volveré para unas vacaciones!

El lugar es un verdadero remanso de paz. La decoración es un encanto andaluz que invita a relajarse. Disfruté de la piscina bien cuidada, ideal tras un día en la playa, y el desayuno con pan casero servido en bandejas individuales estaba delicioso.

La insonorización de las habitaciones podría ser mejorada, ya que se oía un poco el movimiento fuera de la habitación.

El lugar es bonito, pero los colchones eran incómodos.

La experiencia en este hotel fue increíble. Las vistas desde la piscina son simplemente espectaculares y el desayuno buffet superó mis expectativas con productos locales frescos. La única pequeña inconveniencia fue la habitación algo pequeña, pero la decoración andaluza creó un ambiente acogedor. Sin duda volveré.

La decoración del hotel es encantadora, con un ambiente acogedor en el patio floral. Las áreas comunes son tranquilas y perfectas para relajarse, y los caminos son accesibles y cómodos para personas mayores como yo.

Sería útil contar con un menú más amplio.

Las habitaciones tienen un balcón con vistas al mar que son inmejorables, perfecto para disfrutar de las puestas de sol. La tranquilidad del lugar invita a desconectar, y la piscina se siente casi privada, ya que el hotel es pequeño, lo que facilita un ambiente relajante.

La ubicación puede ser un inconveniente, ya que es necesario usar el coche para acceder a restaurantes o playas, lo que puede ser poco práctico para algunos. Además, las camas individuales tienden a separarse con facilidad, y sería ideal un sistema para mantenerlas juntas. se podría mejorar la oferta de agua mineral en las habitaciones, algo que podría hacer la estancia más cómoda.

El hotel tiene una decoración encantadora y transmite una atmósfera acogedora. Disfruté del desayuno buffet, donde la variedad y frescura de los ingredientes eran notables. La piscina pequeña, pero súper cuidada, se sintió casi privada y perfecta para relajarse después de un día explorando. El restaurante ofreció platos deliciosos, en especial los currís de Ana y la pastela árabe de Ramma. El personal, siempre amable, hizo que cada comida fuera especial. Sin embargo, la ubicación es un poco apartada, lo que requiere usar el coche para acceder a las playas o restaurantes cercanos, lo que puede ser incómodo para algunos. Además, las camas individuales tienden a separarse con facilidad, lo que no es ideal. La habitación también podría beneficiarse de un sistema que mantenga las camas juntas. A nivel de wi-fi, a veces la conexión no era estable, lo que resultaba molesto. A pesar de esos inconvenientes, el entorno natural y la tranquilidad superaron cualquier detalle negativo.

Excelentes vistas desde la piscina y atención al cliente excepcional. Las camas son incómodas.